Cáncer y dieta

Comparte este post

Cada tipo de cáncer es diferente, aunque todos tienen ciertas características en común. Una de ellas y que se incluye en su definición es el crecimiento anormalmente rápido de células que han sufrido algún tipo de mutación y son anormales, privándolas de su capacidad para la apoptosis (o muerte celular programada). Debido a este crecimiento descontrolado generalmente se van sumando errores genéticos y crece un tumor allí donde se forma. Si sigue creciendo de forma incontrolada romperá diversas barreras del tejido pudiendo invadir órganos adyacentes, ganglios linfáticos o desprenderse células por el torrente sanguíneo y propagarse en forma de las conocidas metástasis.

Algunos tipos de cánceres se pueden prevenir evitando la exposición a factores de riesgo, pero en un gran porcentaje la causa es desconocida.

Ante la presencia de metástasis nos encontramos generalmente, frente a un proceso complejo y que potencialmente puede ser letal. De ahí la importancia de la prevención y la detección precoz. Afortunadamente existen muchos avances que permiten curar el cáncer mediante la cirugía, la radioterapia, la quimioterapia o las terapias dirigidas, especialmente en una fase temprana.

Antes he comentado que las células cancerígenas son anormales debido a que pierden su capacidad para realizar la apoptosis o muerte celular programada. El cuerpo humano es una de las máquinas más perfectas que hay y está diseñado para eliminar esos posibles fallos que se dan de forma natural. Mediante la muerte celular programada o suicidio celular se produce un equilibrio necesario en la población celular de nuestro cuerpo. Este fenómeno le ocurre a todas las células de nuestro cuerpo, cuando ya han realizado un determinado número de divisiones y ya no funcionan como debieran, se suicidan y dan paso a otras células nuevas. El conocimiento de este fenómeno de apoptosis nos lleva a entender un poco más los mecanismos que podrían así refrenar un tumor.

Los cánceres más frecuentes en Occidente, como el cáncer de mama, el de colon o el de próstata, son entre siete y sesenta veces más frecuentes aquí que en Asia (1). Sin embargo, las estadísticas revelan que en los hombres asiáticos fallecidos antes de los cincuenta años de edad por causas diferentes del cáncer se han encontrado microtumores precancerosos en la próstata en igual proporción que entre los hombres occidentales (2). Teniendo en cuenta esto podríamos pensar que el hecho de que en algunos países se desarrollen unos tumores y en otros no puede ser debido a los distintos estilos de vida.

En este artículo quería presentaros los avances que están surgiendo en cuanto la relación de la alimentación y el cáncer. Obviamente nunca llegaremos a curar un cáncer a través de la dieta o de técnicas alternativas pero si pueden ser grandes herramientas de apoyo a las terapias ofrecidas por la medicina convencional occidental.

Las células nacen todas de las denominadas células madre y a partir de aquí, dependiendo de qué ambiente las rodee, los nutrientes, los estímulos que reciban, se convertirán en unas células u otras. Esta misma situación la podemos trasladar a lo que les ocurre a nuestras células ya formadas e incluso lo que nos ocurre a nosotros mismos si cambiamos de ciudad o de país un largo período de tiempo.

Me quiero centrar en algunos de los alimentos en los que ya existen ciertos datos que alientan la acción anticancerígena, los denominados nutracéuticos. Cuando la industria farmacológica estudia nuevas técnicas para combatir el cáncer, estudian la biología normal del cáncer para ver si se puede actuar en alguna fase y una de ellas el bloquear la angiogénesis (la creación de nuevos vasos sanguíneos que riegan el tumor y lo alimentan). Los alimentos que os enumero a continuación tienen evidencia científica de su acción anticancerosa (3):

* Té verde
Como ya sabéis es un alimento rico en polifenoles, entre los que cabe destacar la epigalocatequina galato-3 o EGCG, que reduce la angiogénesis pudiendo ayudar a parar el desarrollo de los cánceres y sus metástasis. Es además, un potente antioxidante y desintoxicante, activando las enzimas pancreáticas que son las encargadas de eliminar las toxinas de nuestro organismo y además favorecen la apoptosis de células cancerosas. El té verde descafeinado contiene todos sus polifenoles, pero el té negro ha sufrido un proceso de fermentación en el cual se han destruido gran parte de sus polifenoles. La forma ideal de consumirlo es dejando una bolsita con 2 g de té verde en una tetera con agua hirviendo durante unos 10 minutos y luego tomar el té. No debemos guardarlo ya que pasadas un par de horas se habrán perdido todos los beneficios de los polifenoles.

* Aceitunas y aceite de oliva
Contienen grandes concentraciones de antioxidantes fenólicos. El aceite de oliva debería ser aceite virgen extra extraído con presión en frío, lo cual hace que conserve en gran medida los componentes bioactivos.
La recomendación es consumir entre media o una cucharada de aceite al día.

* Cúrcuma y curry
La cúrcuma (es el polvo amarillo que constituye uno de los ingredientes del curry) es el antiinflamatorio natural más potente identificado. Además, ayuda a estimular la apoptosis de las células cancerosas y a inhibir la angiogénesis. Ojo, que para que el cuerpo la asimile debe mezclarse con pimienta negra, y lo idóneo es disolverla en aceite. Recomendado mezclar un cuarto de cucharada sopera de cúrcuma en polvo con media cucharada sopera de aceite y una generosa pizca de pimienta negra. Con ello podemos aderezar verduras y ensaladas.

* Jengibre
La raíz actúa como un potente antiinflamatorio y antioxidante más eficaz que la vitamina E. Una infusión de jengibre ayuda a aliviar las náuseas provocadas por la quimioterapia y la radioterapia. Se recomienda aderezar una verduras hechas en sartén o wok con ralladura de jengibre. En infusión, cortar un trocito de jengibre en rodajas finas y dejar en agua hirviendo entre 10 y 15 minutos.

* Verduras crucíferas
La col y sus variedades contienen sulforafano e indo-3-carbinoles (I3C), dos poderosas moléculas anticancerosas capaces de eliminar ciertas sustancias cancerígenas. Impiden que las células precancerosas se conviertan en tumores malignos. También favorecen la apoptosis y bloquean la angiogénesis. Pero cuidado, si al cocinarlas hierven, la ebullición puede destruir ambas moléculas. La recomendación es taparla y cocerlas al vapor poco tiempo o freír a la plancha, dándole vueltas rápidamente con un poco de aceite.

* Ajo, puerro, cebolla, chalota, cebolleta
El ajo es una de las plantas medicinales más antiguas. Sus principales beneficios son debidos a los compuestos de azufre que podemos encontrar en esta familia (las liliáceas), que reducen los efectos cancerígenos de las nitrosaminas y compuestos n-nitroso. La recomendación es picar ajo y cebolla y sofreír en un poco de aceite de oliva para aderezar verduras o ensaladas.

* Verduras y frutas ricas en carotenoides
Zanahorias, ñame, batata, calabacín, calabaza, tomate, caqui, albaricoque, remolacha,…y cualquier fruta o verdura de color brillante contienen vitamina A y licopeno, cuya capacidad de inhibir el crecimiento de células tumorales está demostrada. La luteína, el licopeno, el fitoeno y la cantaxantina estimulan el crecimiento de las células inmunitarias e incrementan su capacidad de atacar las células de los tumores haciendo que las células natural killer (NK) sean más agresivas.

* El tomate y la salsa de tomate
Existen varios estudios con el licopeno del tomate y el cáncer de próstata, y se ha visto su efectividad. Pero eso sí, para que el licopeno se libere el tomate debe estar cocido, y con aceite se mejora su asimilación.

* Hierbas y especias
Las hierbas empleadas en cocina como el romero, tomillo, orégano, albahaca, hierbaluisa,… son muy ricas en aceites esenciales de los terpenos. Favorecen la apoptosis de células cancerígenas y bloquean las enzimas necesarias para favorecer la metastasis.

* Las frutas rojas
Contienen ácido elágico y gran cantidad de polifenoles que estimulan la apopptosis de células cancerígenas e inhiben la angiogenesis.

* Ciruelas, melocotones y nectarinas
Las frutas de hueso grande contienen tantos agentes anticáncer como las frutas rojas.

* Los cítricos
Las naranjas, mandarinas, el limón y el pomelo contienen flavonoides antiinflamatorios. Además, estimulan la desintoxicación de sustancias cancerígenas por parte del hígado.

* Alimentos ricos en selenio
Este mineral se encuentra en las verduras y cereales de agricultura ecológica, en el pescado, el marisco, los menudillos y las asaduras. Lo que hace es estimular las células inmunes y en especial las NK, además de sus efectos antioxidantes.

Y otros muchos alimentos como es el caso de la soja, el zumo de granada, el vino tinto, el chocolate negro de un 70-90% de pureza, la vitamina D, los ácidos grasos omega 3, los probióticos, las setas, las algas,…

Realmente es un tema muy novedoso y que aún necesita mucha evidencia científica para poder dar una información veraz al afirmar el efecto anticancerígeno de un alimento, pero no dejéis de pensar que la dieta mediterránea es la base por la que debemos comenzar TODOS a cuidarnos. Alimentos de calidad, con abundancia de frutas y verduras de temporada, con una amplia variedad y cantidad de cereales y legumbres, y 1 o 2 veces por semana carne o pescado.

Al final, todo ello os reportará una cantidad de sustancias antioxidantes, antiinflamatorios e inmunoestimuladores, que defenderá a nuestro organismo de cualquier agente agresor.

Espero haber podido daros una visión nueva de la importancia de lo que comemos y lo necesario que es cuidar, de forma saludable, nuestra alimentación.

Olga Deleito Molina
Farmacéutica comunitaria de Oviedo, Asturias
Diplomada en Nutrición y Dietética
Bloguera de La Botica de Teté

Bibliografía
1. B.W.Stewart y P. Kleihues (eds.), World Cancer Report, Lyon, WHO IARC Press, 2003.
2. R.Yatani, T. Shiraishi, K. Nakakuki y otros, “Trends in frecuency of latent prostate carcinoma in Japan from 1965-1979 to 1982-1986” Journal of the National Cancer Institute 80 (9), 1988, págs. 683-687.
3. Servan-Schreiber, D. Anticáncer. Una nueva forma de vida. 1ª de. España: Espasa Libros; 2014. Cap. 8 p. 197-211
Foto de portada sacada de: http://canceryvida.es/blog/alimentacion-prevencion-cancer/
Foto del artículo sacada de: https://beneficioss.com/alimentos-polifenoles/

Más artículos

#JXEC24
Ishoo Budhrani

DIARREA Y CÁNCER ¿ QUÉ PODEMOS RECOMENDAR DESDE LA FARMACIA?

Prácticamente a diario vemos pacientes en la farmacia con cuadros de diarrea. Sin embargo, no suele ser habitual que nos cuenten que es debida a los tratamientos oncológicos que están recibiendo. Y es que a pesar de que somos los sanitarios más accesibles que tienen los pacientes, en una patología como el cáncer todavía existen

Leer más »
#JXEC24
Ishoo Budhrani

EL EJERCICIO DE FUERZA Y LA PREVENCIÓN DEL CÁNCER

La relación entre el ejercicio de fuerza y la prevención del cáncer es un tema de creciente interés en la investigación médica y el bienestar general. A medida que avanzamos en la comprensión de los factores que contribuyen al desarrollo del cáncer, se destaca la importancia del deporte de fuerza como una herramienta valiosa en

Leer más »