La vida sigue después de una colostomía, ileostomía o urostomía

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Si decimos colostomía o ileostomía, lo primero que se nos viene a la cabeza es CÁNCER y lo segundo en que pensamos es en el COLON y en el RECTO (cáncer colorrectal). De la urostomía se habla menos, pero pensaríamos en el CÁNCER de VEJIGA.

La Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM) estima que para el 2019, el cáncer de COLON supondrá un 16,2% del total de tumores detectados en España ese mismo año, mientras que el de VEJIGA sería de alrededor de un 8,6% del total.

Si algo tienen en común las ostomías es que el paciente se va a tener que adaptar a unas condiciones de vida muy diferentes de las que tiene una persona sana, además de tener que enfrentarse a la enfermedad más temida por todos, el cáncer. Es decir, tendrá que ser fuerte física y mentalmente para poder superar los dos nuevos inconvenientes en su vida, y para ello tendrá que contar con la ayuda de la familia y del profesional sanitario.

Los seres humanos se adaptan siempre a las nuevas condiciones como hemos visto a lo largo de la historia. No debería suponer ningún problema el poder adaptarnos a la nueva situación tras la intervención. Pero el problema aparece cuando esa adaptación viene en un mal momento, tanto física como psicológicamente. Es ahí cuando no tendremos ganas de adecuarnos, cuando tendremos ganas de tirar la toalla, de darnos por vencidos. Si contamos con las herramientas apropiadas y sobre todo, con el apoyo de un profesional sanitario formado que nos tienda la mano, será más fácil de superar y de vivir con ello. Y para eso estamos los sanitarios, para tender la mano, y decir “JUNTOS X EL CANCER” y juntos contra él, yo estoy aquí para ayudarte y aconsejarte lo mejor para ti.

¿Qué es una ostomía?

Es una intervención quirúrgica que permite comunicar una víscera con el exterior a través de la pared abdominal, facilitando la eliminación de las heces (en el caso de la colostomía y la ileostomía) y de la orina (si fuese una urostomía). Esta apertura se llama estoma. Normalmente la recogida se producirá en unas bolsas especiales que estarán unidas al estoma mediante unos discos pegados a la piel.

La mayoría de las veces, la cirugía de la ostomía viene precedida de sesiones de radioterapia y/o quimioterapia, encontrándose así el paciente debilitado por esos tratamientos y por ello deberíamos ofrecerle apoyo siempre que lo necesite. En ocasiones es también necesario continuar con dichas sesiones tras la operación, lo que le supone un doble esfuerzo.

A continuación intentaremos abordar diferentes aspectos y soluciones para que el paciente se adapte lo antes posible a su ostomía, ofreciendo soluciones y consejos para el paciente, para su familia o cuidador, y para el profesional sanitario responsable de su evolución.

Como paciente, ¿Qué podría hacer para adaptarme lo antes posible a la ostomía sin perder calidad de vida?

La operación ha salido bien, pero ahora tengo que vivir permanentemente con una bolsa pegada a mi abdomen y no podré hacer las mismas cosas que hacía antes.

Sí, si podrás, pero con unas pautas que sería recomendable seguir para no tener ningún problema.

• Lo primero que tienes que hacer si te has sometido a una ostomía es saber si vas a continuar con ciclos de quimioterapia/radioterapia.

Si vas a continuar, o si va a ser la primera vez que acudas a alguna sesión, deberías prevenir la aparición de efectos secundarios de dichas terapias como:

– Sequedad de piel o xerosis: los tratamientos antitumorales producen toxicidad cutánea provocando extrema sequedad y prurito en el 70% de los pacientes por lo que debemos realizar un hidratación adecuada y diaria de toda nuestra piel (cara, cuerpo y extremidades). Debemos elegir cremas hidratantes sin perfumes, sin alcoholes, envases que garanticen la esterilidad y con mínimos ingredientes para evitar la aparición de sensibilidad. Podríamos aplicarnos agua termal para calmar y reducir la sensibilidad y falta de hidratación. En la Oficina de Farmacia disponemos de una gran variedad de emolientes que presentan estas características. También aparecerá esta sequedad en mucosas: boca (con posible aparición de llagas), en la zona genital y anal. Como farmacéuticos, te aconsejaremos las mejores soluciones para cada situación. Cuenta con nuestro apoyo.

– Fotosensibilidad: la mayoría de medicamentos antitumorales causan fotosensibilidad, es decir, la reacción entre la radiación ultravioleta (los rayos del sol) y cualquier sustancia que se encuentre en la piel, incluidos los medicamentos que llegan a la dermis a través de la circulación sanguínea. Para ello, tomaremos la precaución de evitar el sol protegiéndonos con la ropa adecuada, incluyendo sombrero y guantes. Además, deberíamos utilizar protectores solares para evitar estas reacciones. Los protectores solares más recomendables serian aquellos que contengan filtros físicos o minerales, con protección 50+, y que no incluyan perfumes en sus fórmulas.

• Es necesario conocer los nuevos cuidados que realizaremos tras la operación de ostomía.

– Normalmente el personal sanitario del hospital, previo a una cirugía de ostomía, nos explicará y guiará en todo lo que necesitemos para su cuidado. Antes de la intervención nos revelaran en qué consiste y en qué lugar tendremos el estoma considerando la ropa que podemos utilizar y nuestros hábitos. Es muy común que los hospitales tengan personal sanitario especializado en estos cuidados, los estomaterapeutas (personal de enfermería).

– Tras la cirugía, el estomaterapeuta nos acompañará en nuestra adaptación hasta que nos den el alta. Es el momento oportuno para hacerle preguntas y resolver todas nuestras dudas. Probaremos varios tipos de bolsas de recogida, viendo cuál es la más apropiada. También podremos comprobar si nos da alergia los adhesivos de las bolsas.

Existen bolsas de diferentes tipos:

• De una pieza: todo el sistema de recogida se adhiere a la piel.

• Dos piezas: hay un disco pegado a la piel y una bolsa intercambiable. Son las más frecuentes.
No hay ninguna que sea mejor o peor. En el hospital es necesario experimentar con los dos tipos hasta ver cuáles se adaptan a nosotros. Es normal que este proceso se alargue en el tiempo aún habiendo recibido el alta médica, pero podremos acudir las veces que haga falta a revisión con el estomaterapeuta.

– Cuidados del estoma y cambio de bolsa/disco: De igual forma que mantenemos una higiene corporal, debemos seguir unos cuidados a diario para mantener nuestro estoma limpio y sano. Cuando nos dispongamos a realizar dicha higiene nuestras manos deben estar adecuadamente desinfectadas.

1. Retiraremos la bolsa (se cambiará a diario) y luego el disco si es una bolsa de dos piezas, de arriba abajo para evitar fugas (el cambio del disco se realizará cada 2 o 3 días).

2. Para limpiar el estoma utilizaremos un jabón antiséptico neutro, sin perfume, sin detergente, pudiendo utilizar también para dicha limpieza una esponja suave (una esponja natural como la de los bebes). En caso de quedar restos de pegamento o del disco adhesivo, existen toallitas especificas para retirarlo sin dañar la piel.

3. Secaremos la piel periestomal con cuidado, a toquecitos con toallas de algodón o pañuelos de papel.

4. Una vez que la zona esté limpia y seca, procederemos a la adhesión del nuevo disco, pudiendo emplear un pegamento específico para evitar posibles fugas. Tras ello colocaremos la bolsa de recogida.
Si la bolsa no queda bien sujeta, existen cinturones para las bolsas que permiten un mejor anclaje de la misma aportándonos confort y seguridad.

PREGUNTAS FRECUENTES.

¿Cuándo es el mejor momento para realizar el cambio de bolsa?
Los vaciados de bolsas en una urostomía son de 4 a 6 veces al día mientras que en las colostomías/ileostomías se reducen a 2 o 3. En cuanto al cambio de bolsa, será más adecuado realizar tal proceso en los momentos del día en que la actividad intestinal o urinaria es más reducida, esto es al levantarse, antes de comer o beber, o al menos una hora después de las comidas.

¿Cómo debo ducharme?
Puedes ducharte con bolsa o sin ella, si decides ducharte con la bolsa puesta, existen parches para evitar que el agua entre por los filtros destinados para la evacuación de gases. En caso contrario, puedes ducharte sin ella, lo que evitara que estés pendiente de la misma, pudiendo realizar el cambio de bolsa tras la ducha.

¿Puedo comer de todo?
Si. El haber pasado por una ostomía no debería privarnos de ningún alimento. En cualquier caso evitaremos los cambios de peso, alimentos que provoquen flatulencias o hinchazón, digestiones pesadas. Es recomendable ir incorporando tras la ostomía los alimentos poco a poco, comprobando la tolerancia de nuestro organismo.

¿Puedo dormir en cualquier posición?
Descansar adecuadamente es esencial para tener una buena salud y la implantación de la bolsa no debería impedirlo. Sería recomendable no dormir boca abajo para evitar posibles fugas. En cualquier caso, contar con un protector de cama y fundas especiales nos aportaría tranquilidad adicional. Controlar los horarios de comida y bebidas previos a acostarnos pueden ayudarnos a descansar más horas sin tener que realizar el vaciado.

¿Qué puedo hacer para eliminar o disminuir los olores?
El mundo de la ostomía ha avanzado notablemente existiendo incluso desodorantes o gotas que eliminan los olores que se pueden desprender de la bolsa. En ocasiones estos productos también actúan como lubricadores evitando el efecto “vacío” de la bolsa.

¿Puedo ir a la playa siendo un paciente ostomizado?
Como hemos comentado en numerosas ocasiones, la ostomización no debería privarnos de nada siempre que tengamos los cuidados adecuados. Así existen productos impermeabilizantes o discos que ya lo son, es importante retirar estos productos tras el baño para evitar infecciones. Debemos saber que el agua clorada o salada puede afectar la frecuencia con la que debemos realizar el cambio de nuestra bolsa por lo que seria recomendable contar con un recambio por si fuera necesario. Si tenemos pudor en mostrar nuestra ostomía, existen fajas y bañadores especiales.

Es necesario que si tienes alguna duda, miedo o requieras de ayuda acudas a un profesional sanitario para que pueda ayudarte en todo lo que precises.

Tengo un familiar, compañero o persona a cargo, ostomizado. ¿Cómo puedo hacer que se sienta mejor? ¿Qué debo cambiar para hacerle la vida más fácil y sencilla?

Una ostomía supone un gran cambio que afecta a nivel físico, emocional y de relación con los demás.

Los hábitos cambian de manera repentina tras la operación y su adaptación a ellos variarán dependiendo de factores como: la edad, nivel cultural y social, personalidad del paciente, apoyo familiar, por lo que nuestra colaboración será fundamental para lograr que dicha adaptación sea lo más breve posible.

El sentimiento más común en la mayoría de ostomizados es la vulnerabilidad que se siente ante esta situación. Además, puede generar ansiedad y rechazo al entorno social o su estilo de vida, ya que ven la operación como una amenaza a su integridad física.

Por eso, todo el mundo circundante a la evolución del paciente, debe estar capacitado para ofrecer al ostomizado una ayuda activa en todas sus facetas (psíquica, física y social) promoviendo nuestra presencia a su lado, la empatía en todos los ámbitos, una escucha activa de sus preocupaciones resolviendo todas sus inquietudes, y mostrar naturalidad ante los nuevos cuidados que habrá hacia él. Como decíamos en el título, la vida sigue después de una ostomía y es igual de bonita.

No deberíamos cambiar nada. Quizás deberíamos observar las necesidades y dificultades que pueda tener nuestro familiar para recabar más información sobre los cuidados y las opciones que hay para mejorar la calidad de vida del paciente y si fuera necesario acudir al personal sanitario para ver qué posibilidad hay de mejora.

Sería interesante seguir una serie de recomendaciones nutricionales conociendo también los alimentos a evitar, aquellos que generan gases o flatulencias, y por tanto incomodidad, a los pacientes con colostomías/ ileostomías.

– Debemos introducir alimentos gradualmente para conocer la tolerancia de nuestro organismo.

– Hay que evitar los cambios de peso, ya que puede afectar a la adhesión de la bolsa de recogida y al cuidado del estoma.

– Es muy importante la hidratación del paciente. Se recomienda beber de 1,5 a 2 litros diarios para evitar estreñimiento y posibles complicaciones. Se debe ingerir líquidos preferentemente fuera de las comidas

– Sería recomendable evitar fritos, comidas picantes o guisos con muchas especias.

– Para evitar digestiones pesadas, se recomienda hacer 6 comidas al día para mejorar también la absorción de nutrientes.

– No es recomendable ingerir con frecuencia alimentos que pueden provocar gases:

• Verduras, hortalizas y legumbres: lentejas, garbanzos, alubias, judías verdes, guisantes, brócoli, col, coliflor, espinacas, calabaza, maíz, champiñones, pepinos, rábanos etc.
• Bebidas con gas
• Pan caliente

– Si observamos que el paciente esta estreñido deberíamos aumentar la ingesta de frutas y verduras con piel y cereales con fibra.

– Si observamos unas heces blandas podríamos recomendar: manzana cocida, plátano, arroz y zanahoria cocida, patata y pan blanco.

En cualquier caso, lo más importante es la escucha activa y el apoyo positivo.

Soy personal sanitario, ¿cómo podemos ofrecer ayuda a dichos pacientes?

Como profesionales sanitarios tenemos la formación adecuada para afrontar cualquier situación derivada del cáncer, siempre dentro de nuestra posibilidades y competencias.

Lo primero que debemos hacer es mostrar una actitud de respeto hacia el enfermo y de escucha activa. A veces los hechos y el acompañamiento son mejor que tópicas palabras desafortunadas.

Podemos aconsejarle nuevos hábitos nutricionales además de solucionar los problemas cotidianos que resolvemos diariamente.

Desde la oficina de farmacia tendremos un contacto continuo con el paciente y debemos informarnos de las marcas y características de cada uno de los accesorios disponibles. Dos de los laboratorios más especializados en ostomías son Coloplast y Hollister. En su web si te registras como personal sanitario podrás conocer su extenso vademécum de accesorios pudiendo guiar al paciente en su adaptación.

También debemos conocer las posibles complicaciones derivadas de las ostomias. Muchas de estas complicaciones no pueden ser solucionadas por los farmacéuticos desde la oficina de farmacia, pero es importante conocerlas y saber en qué momento derivar al paciente al profesional adecuado. La única complicación que podemos remediar desde la oficina de farmacia sería la dermatitis:

Dermatitis: es una irritación de la piel alrededor del estoma, dependiendo de la causa que lo provoque puede ser:

Dermatitis Química: debido al contacto de la piel con la orina y las heces por un mal ajuste de la bolsa.

Dermatitis Alérgica: el pegamento de los adhesivos puede provocar alergia inmediata o aparecer de manera tardía. Se recomienda el cambio de dispositivo.

Dermatitis Traumática: por cambios bruscos de la bolsa, limpieza abrasiva del pegamento y heces, el roce del equipo etc. El paciente lo refiere como picor.

Para este tipo de dermatitis existen pastas, polvos y cremas especiales para eliminar dichas irritaciones, una de las mas conocidas es 3M Cavilon Crema barrera duradera.

Para retirar el pegamento de los adhesivos existen toallitas especiales que no irritan la piel periestomal.

También deberíamos asegurarnos de que usa un jabón antiséptico neutro y sin perfume. Si se complica dicha dermatitis deberíamos derivar al estomaterapeuta.

Otras complicaciones que de las cuales debemos tener conocimiento pero que se extralimitarían de nuestra competencia sería:

Retracción del estoma: hundimiento del estoma por debajo del nivel de la piel debido a una excesiva tensión del intestino o a un aumento de peso.

Infección: en este tipo de cirugías es frecuente y puede derivar en la formación de abcesos, es conveniente el uso de bolsas de recogida transparentes para ver el estoma. El paciente puede referir dolor en la zona periestomal.

Estenosis: estrechamiento del estoma que impide o dificulta la salida de las heces. Es mas frecuente en las ileostomias. El síntoma más común es dolor abdominal.

Hernia: es de las complicaciones más frecuentes, se produce debido a un defecto de la musculatura abdominal, puede ser provocada por estreñimiento, bronquitis o por la realización de ejercicios que comprometan la musculatura abdominal.

Sea cual sea la complicación o inquietud a la que se enfrente nuestro paciente, lo más importante es mantenerse formado y mostrarle nuestro apoyo, comprensión y acompañamiento en todo momento.

Nacho Pacho
Farmacéutico

BIBLIOGRAFIA
https://seom.org/dmcancer/wp-content/uploads/2019/Informe-SEOM-cifras-cancer-2019.pdf

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