Juntos Por Tu Salud: Mi visión del cáncer
Mi nombre es María Zamora, soy enfermera y trabajo en el Servicio de Geriatría del Hospital Clínico San Carlos en Madrid, además de ser Postgrado en Cuidados Paliativos y dedicarme a la docencia gracias al Grupo CTO. Me defino, esencialmente, como una mujer curiosa y sensible.
En cuanto a la línea de trabajo actual del proyecto Juntos Por Tu Salud (el paciente con cáncer) he de decir que mi experiencia profesional con este tipo de patologías se centra en el ámbito de los Cuidados Paliativos y que, a nivel personal, como prácticamente cualquier persona, vivo de cerca esta enfermedad.
A nivel personal, considero que la persona que sufre cáncer, así como su entorno más cercano, sienten mucha incertidumbre y miedo, la mayor parte de las ocasiones, derivado de falta de comunicación eficaz con los profesionales sanitarios. Por otro lado, creo que existe un exceso de información que en muchas ocasiones no es rigurosa, y que puede llevar al paciente y su familia, quizá movidos por esa incertidumbre y soledad, a tomar por ciertas informaciones por el simple hecho de que parezcan más cercanas.
A nivel profesional, creo que es necesario que tengamos la oportunidad de que diferentes disciplinas sanitarias y sociales nos encontremos de un modo horizontal y abierto, para que podamos compartir información y generar conocimiento, así como resolver dudas. Hoy en día, y más en patologías que suponen un gran desgaste físico y emocional como es el cáncer, es absolutamente necesario que haya una comunicación fluida, alejada de formalismos y verticalidad que solo implican barreras y carencias para el mensaje que se quiere hacer llegar, tanto a colegas como a pacientes y familias. Juntos Por Tu Salud es una oportunidad de oro para hacer llegar a profesionales y pacientes, de un modo horizontal y fácil, información contrastada y científica.
Para finalizar, he de decir que el cáncer es una enfermedad muy dura, tanto para quien la sufre como para el entorno más cercano que le acompaña, los cuales viven altibajos, momentos muy críticos, pérdida de autonomía, recaídas, muchos cambios en su día a día… Pero también es posible, si los profesionales sanitarios y las instituciones sanitarias ponen empeño, que la vivencia de esta enfermedad sea un poco más amable, se sientan acompañados, comprendidos y empoderados. Y eso es mucho. Eso, a veces, puede ser la diferencia entre todo o nada.