El niño con cáncer es, ante todo, un niño.
El diagnóstico de cáncer en un niño es una situación tremendamente angustiosa para una familia. Pasado el primer impacto, tendrán miles de dudas. Cuando acudan al especialista habrá temas muy importantes que consultar y las preguntas del día a día se quedarán probablemente en el tintero. Porque el niño con cáncer irá a la escuela, al parque, a fiestas de cumpleaños. En verano saldrá de vacaciones, irá a la playa, a la piscina, de excursión a la montaña. ¿Podrá estudiar, jugar, disfrutar como los demás? ¿Cómo cambiará su vida y la de su familia?
Cuando esté en tratamiento y tenga efectos secundarios, el especialista instruirá a la familia sobre los cuidados específicos que precisará y los problemas que se van a encontrar, pero el niño con cáncer tendrá también, como todos los niños, resfriados, diarreas, otitis. Irá a su pediatra cuando esté malito. O a urgencias. Y luego a la farmacia a comprar los medicamentos. Tendrá que ponerse las vacunas. Crecerá, llegará la pubertad con sus cambios psíquicos, físicos y la típica rebeldía.
Cuando todo haya pasado quedarán señales imborrables. Quizás solo la cicatriz de una vía en el cuello, o en el tórax, visibles sin más remedio. A lo mejor también de alguna cirugía. Pero pueden quedar secuelas mayores, y aunque el niño, su familia y sus mejores amigos ya se hayan acostumbrado, siempre quedará la duda de cómo reaccionarán los desconocidos y habrá que saber cómo actuar ante situaciones incómodas y a veces difíciles.
Muchas dudas y problemas del día a día se resolverán con la participación de asociaciones de pacientes, que serán un gran apoyo para el paciente y la familia. Pero los profesionales sanitarios que de una u otra forma participan en el cuidado del niño, deben estar preparados para informar y ofrecer soluciones a estas y otras cuestiones.
En la guía de #JuntosXTúSalud intentaremos ofrecer una ayuda a los profesionales, las familias, los maestros para entender mejor el cáncer infantil y servir de apoyo a los niños y sus familias.
Autora: Gloria Colli; pediatra.