Una vez finalizados los tratamientos oncológicos toca evaluar la respuesta que ha habido a ellos. Habitualmente se procede a repetir parte de las pruebas iniciales para ver la evolución. Tras ellos pueden suceder los siguientes escenarios:
– Ausencia de respuesta o enfermedad estable. Dependiendo del caso puede ser positivo que la enfermedad no esté progresando y consigamos mantener estable la enfermedad.
– Progresión. Si ello ocurre posiblemente habrá que cambiar de estrategia terapéutica para conseguir algún tipo de respuesta.
– Respuesta parcial. La enfermedad no ha desaparecido, pero sí se ha reducido. Ello es una buena señal y nuestro objetivo será entonces mantenerla o conseguir una respuesta completa.
– Respuesta completa. Este es el objetivo que queremos alcanzar en todos los pacientes. Ello significa que no hay evidencia de enfermedad con las pruebas realizadas hasta la fecha.
Si conseguimos una respuesta completa tras finalizar todos los tratamientos, pasaremos a los controles oncológicos pertinentes que serán más exhaustivos durante los primeros años, ya que son los de mayor riesgo de recaída. Habitualmente y como regla general tras pasar el umbral de los 5 años se considera que la enfermedad está controlada.
Durante este período de supervivencia pueden aparecer secuelas de los distintos tratamientos que tus especialistas tratarán de paliar. En este período es importante seguir un estilo de vida saludable y activa en la medida de lo posible para minimizar esas posibles secuelas que serán diferentes en función de cada tumor.
Autor: Ruiz Martín, Virginia