Alimentación y cáncer, no es un juego.

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Siento comenzar este post así, pero es la verdad. Ningún alimento cura el cáncer. Ninguno, ojalá.

Una correcta alimentación combinada con unos buenos hábitos (deporte, higiene, sueño…) puede frenar el riesgo de padecer alguno de los tipos de cáncer relacionados con este asunto. Pero a día de hoy, nada, pero nada de nada puede curar el cáncer salvo la mMdicina. La de verdad. No hay alternativas a la medicina.

Y quien diga otra cosa, es un desalmado, así de rotunda.

¿Que hay que llevar una alimentación saludable? Claro. ¿Que si -lamentablemente- estás padeciendo un cáncer debes comer bien? Evidentemente. Pero en ningún caso porque la alimentación vaya a modificar el efecto de la medicación y, por supuesto y en ningún caso hay que abandonar la medicación por ningún tipo de dieta que “milagrosamente” va a eliminar el cáncer de tu organismo. Lo diga quien lo diga. El “yo lo hice y me curé” es una de las frases más dañinas que puede existir porque cada cáncer es un mundo, porque no sabemos en qué condiciones se “curó”, ni siquiera “si se curó”. En fin. Si el cáncer (todos ellos) fuera sencillo, ya lo habríamos eliminado con la mejor medicina que hemos tenido en la historia de la humanidad.

Vamos uno a uno con los bulos más comunes:

– No, agua con zumo de limón no cura el cáncer, ni lo evita, ni lo elimina, ni depura ni nada de nada. Lo más que puede hacer es estropear el esmalte de tus dientes. Si haces esto cada mañana, no me digas que tienes miedo a los aditivos, que te estás poniendo tibio a E-330 cada día. No, de verdad, no depura nada, tenemos órganos preparados para eso y no hace falta “cambiarles los filtros” que no son un coche. No se “acumulan” toxinas, sé que es más fácil entender un filtro sucio que reacciones químicas, pero la verdad es esto último. El cuerpo metaboliza hasta que se formas compuestos que, o se aprovechan o se eliminan. Ya está, no necesitamos depurar.

– No, la dieta alcalina no cura el cáncer, ni lo evita, ni lo elimina ni nada de nada. Te encuentras mejor con esta dieta porque aumentas el consumo de frutas, verduras, legumbres… alimentación saludable, vaya. Pero NO cambia nuestro pH. No habríamos llegado hasta donde estamos si un alimento pudiera modificar el pH de nuestra sangre. Nos habríamos extinguido como especie, por flojos. Tenemos sistemas homeostásicos (ya sé que suena raro) que mantienen nuestra sangre en unos valores de pH compatibles con la vida. Cualquier modificación, podría matarnos. Así que no te creas esto. Come bien porque hay que comer bien.

– No, bicarbonato y limón no cura el cáncer, ni lo evita, ni lo elimina, ni nada de nada. Cuando mezclas estos dos compuestos en un bote (hazlo con los niños, les gustará), producirá una reacción que desprende dióxido de carbono (como un volcán), se formará una sal y agua. Ya está, fuera del cuerpo está bien, dentro, pues imagínate. Nada de nada.


No, esto no cura nada.

– No, lo superalimentos con propiedades anticancerígenas no curan el cáncer, ni lo evitan, ni lo eliminan ni nada de nada. Pese a que es posible que leas que tienen tal o cual compuesto con estas propiedades, no lo tienen (de momento) en las cantidades apropiadas para poder decir que “previene” nada. Y digo “previene” porque curar, no cura. Ni aunque estuvieras todo el día comiendo ese alimento (pon aquí el que quieras, nos venden mil y ninguno de esos mil funcionan) conseguirías la cantidad suficiente. Por eso lo importante es comer de forma saludable siempre.

¿Hay esperanza con la relación de la alimentación y enfermedades?

La hay, técnicas como el CRISPR conseguirán que ciertos compuestos beneficiosos de los alimentos puedan estar en mayor cantidad. Con esto conseguiremos que nuestros buenos alimentos sean aún más saludables.


Tomates con más cantidad de antioxidantes.

Eso sí, nunca compensará comer un alimento modificado con buenas propiedades el no mantener unos buenos hábitos tanto de alimentación, como de vida activa.

Y, por supuesto, de nada sirve pensar que sólo la alimentación puede hacer algo para disminuir el riesgo de cáncer si consumimos alcohol o tabaco. El riesgo aumentará exponencialmente y no habrá “superalimento” al rescate.

Eliminemos las mentiras de las pesudociencias y “dietas cura-cáncer” de nuestras vidas. Sé que se tiene miedo, sé que “mal no me va a hacer”, sé que “por curarte harías lo que fuera”.

Como harías lo que fuera, haz lo que debes. Confía en los grandes profesionales sanitarios que tenemos, en la medicina, en los buenos hábitos nutricionales y la ciencia.

Un post de Gemma del Caño.

PD: Si quieres saber más sobre alimentación y cáncer. La realidad de lo que tu dieta puede hacer por ti. Puedes leer el fantástico libro de Julio Basulto y Juanjo Cáceres.

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