Cuando el cáncer de mama vuelve, recaída local de la enfermedad.
Mercedes Herrero Conde
Ginecóloga, MD, PhD, Sexóloga
Ginecóloga de la Unidad de mama de Gine4 www.gine4.es en HM Hospitales
Los tratamientos locales del cáncer de mama se basan en cirugía y radioterapia. Permiten extirpar las células tumorales, con márgenes de seguridad, y consolidar el tratamiento con radioterapia, para evitar que reaparezca.
Aun así, tras un tratamiento correcto desde el punto de vista oncológico, pueden reaparecer células malignas en la mama, la piel, el músculo subyacente y los ganglios regionales, sobre todo los axilares.
Se trata aún de enfermedad localizada en el área de mama y axila, sin afectar a otros órganos a distancia. Si los afectara, en ese caso sería enfermedad metastásica.
La noticia se recibe como un mazazo por la paciente, pero hay posibilidades de tratamiento, aunque no sea tan conocido.
DIAGNÓSTICO
Se hace como en el cáncer de inicio. La sospecha puede venir por la palpación de un nódulo, retracción de la piel o irregularidad de aparición reciente. También porque aparezca una lesión sospechosa en las pruebas de imagen, en uno de los controles radiológicos.
Tras la sospecha, los radiólogos de mama harán una biopsia con aguja que permita extraer tejido y analizarlo en anatomía patológica. Esto lo pueden realizar en el tejido mamario, los ganglios o en el tejido en el que aparezca la lesión sospechosa.
Los patólogos analizarán el tipo de tumor y sus características. Sabremos si las células de la recaída se parecen a las del tumor original, o son diferentes. Esta información será necesaria para los tratamientos oncológicos con medicamentos, posteriores al tratamiento local.
Se confirmará con otras pruebas que no hay enfermedad en otros órganos. Así se asegura que sea una recaída local y no una enfermedad metastásica.
TRATAMIENTO LOCAL
Va a ser individualizado, dependerá de los tratamientos iniciales y de dónde aparezca la recaída.
Este tratamiento local se podrá complementar con fármacos (quimioterapia, antihormonales o inmunoterapia, entre otros) según el tipo tumoral y el resto de condicionantes de caso particular.
RECAÍDAS EN LA MAMA O LECHO MAMARIO.
1-SI TENÍAS HECHA UNA CIRUGÍA CONSERVADORA.
La recaída en una mama operada y radiada con anterioridad se trata realizando una mastectomía.
Cada vez se consideran más casos para segundo tratamiento conservador mamario y re-irradiación del tejido. Se deben valorar todas las condiciones de esa paciente en concreto para decidir si esa opción es factible y si la paciente la acepta.
2-SI TENÍAS HECHA UNA MASTECTOMÍA.
Aunque se extirpe la mama, pueden quedar células mamarias en los tejidos subcutáneos o sobre los músculos pectorales.
Las recaídas no son más frecuentes si se ha hecho reconstrucción mamaria o no.
El tratamiento va encaminado a extirpar el nuevo tejido tumoral de la piel, el tejido subcutáneo o los músculos.
Se suele complementar con radioterapia.
RECAÍDAS EN LA AXILA
1- SI TENÍAS UNA BIOPSIA DE GANGLIO CENTINELA
Se identifica un ganglio o tejido afecto por tumor. Puedes haber recibido o no radioterapia previa axilar.
El tratamiento es extirpar el tejido afecto y completarlo con un vaciamiento axilar, es decir, quitar un número mayor de ganglios axilares.
Si no hubo radioterapia previa, se radiarán las cadenas ganglionares.
2-SI TENÍAS UN VACIAMIENTO AXILAR.
En ese caso se habían extirpado bastantes ganglios en la primera cirugía, pero siempre quedan.
Es importante identificar la zona de la recaída. La intención será extirparla en su totalidad.
Desde radioterapia valorarán si pueden tratar el área. Dependerá de si la habían tratado con anterioridad.
Este texto pretende lanzar un mensaje de esperanza a todas las pacientes que pasan por una recaída local. Algo infrecuente y por eso tan poco conocido.
El tratamiento es posible y con buenos resultados a largo plazo.
Se trata de valorar cada caso para individualizar al máximo cada acción terapéutica.
Hace poco ha salido a la luz que Linda Evangelista, que padeció cáncer de mama unos años atrás, había presentado una recaída local. Ha «salido del armario del cáncer» para contarlo.
Agradezco cada gesto que nos ayude a visibilizar aspectos menos conocidos de esta enfermedad tan frecuente.
No se puede vivir con miedo, pero siempre recomiendo que si aparecen cambios duraderos a nivel local: mama y/o axila se debe consultar con el equipo médico.
