SÍNDROME DE OJO SECO EN PACIENTES ONCOLÓGICOS: La importancia de mejorar la calidad de vida de los pacientes con cáncer.
Ana Izquierdo Ortiz
@anaizquierdo_farma
Hola, soy Ana Izquierdo, farmacéutica y nutricionista.
Estoy encantada de participar en la iniciativa #Juntos por el cáncer de mama, @juntosxtusalud, un proyecto que hacen posible muchos compañeros farmacéuticos y profesionales sanitarios de forma totalmente desinteresada, con la única misión de apoyar y ayudar a los pacientes con cáncer.
Mi aportación con esta intervención, consiste en dar visibilidad a uno de los tantos efectos secundarios que desencadenan los tratamientos oncológicos.
Y, sobre todo, la importancia que tiene cuidar estos aspectos que al lado del cáncer parecen insignificantes, pero que son los responsables de que poco a poco disminuya el ánimo y la calidad de vida de estos pacientes.
Los avances en los tratamientos para combatir el cáncer han aumentado la supervivencia de los pacientes. Sin embargo, muchos de estos tratamientos causan toxicidad en la superficie ocular y efectos adversos como el síndrome de ojo seco, tema que vamos a tratar.
¿Qué es el ojo seco?
La última actualización emitida por la organización internacional de expertos Tear Film and Ocular Surface Society (TFOS) en su último informe del 2017 del International Dry Eye Workshop (DEWS II) define como síndrome o enfermedad del ojo seco (SOS) a “una enfermedad multifactorial de la superficie ocular, que se caracteriza por una pérdida de la homeostasis de la película lagrimal y que va acompañada de síntomas oculares, en la que la inestabilidad e hiperosmolaridad de la superficie ocular, la inflamación y daño de la superficie ocular, y las anomalías neurosensoriales desempeñan papeles etiológicos”
El SOS es muy frecuente entre la población de edad avanzada y en mujeres con menopausia. También es muy frecuente en personas que trabajan muchas horas delante de una pantalla de ordenador.
Los síntomas más característicos son sensación de cuerpo extraño, visión borrosa, dolor, picazón, sensación de arenilla y sensibilidad a la luz, aunque en ocasiones cursa de forma asintomática.
El SOS es motivo de consulta frecuente ya que los síntomas pueden llegar a interferir en las actividades cotidianas del paciente y afectar a su calidad de vida.
Los ojos poseen un alto grado de sensibilidad a sustancias tóxicas que pueden ocasionar daños agudos y crónicos en el paciente. Conocer y anticiparse a las reacciones adversas de ciertos tratamientos como pueden ser los tratamientos oncológicos, puede mejorar la calidad de vida del paciente.
Y bien, ¿qué función tiene la lágrima?
El sistema lagrimal, proporciona protección fisiológica, anatómica e inmunológica al ojo. Las lágrimas son las encargadas de mantener la hidratación de la superficie ocular de forma continua.
Podemos encontrar varios tipos de ojo seco, el que se desencadena por una insuficiente producción de lágrima y el que se desencadena por la evaporación de la lágrima. Esta evaporación se produce debido a la disfunción de las Gándulas de Meibomio (DGM) y es la principal causa del ojo seco evaporativo. Estas glándulas se encargan de producir la grasa protectora encargada de evitar la evaporación de la lágrima y su correcto funcionamiento es crucial para la estabilidad de la película lagrimal.
En el SOS existe un fallo en alguno de estos mecanismos que provoca la inestabilidad de la película lagrimal desencadenando una respuesta inflamatoria en la superficie ocular.
Síntomas:
El paciente manifiesta gran incomodidad y sensación de visión borrosa.
• Sensación de cuerpo extraño
• Irritación ocular
• Sequedad ocular al levantarse por la mañana que dificulta abrir los ojos
• Fatiga ocular
• Picor y escozor
• Alteraciones visuales de forma fluctuante.
Si además existe afectación corneal, existirá una fotofobia moderada o intensa con o sin lagrimeo.
Calidad de vida en el paciente con SOS
El SOS afecta de forma significativa en la calidad de vida del paciente.
Existe una importante relación entre el SOS y la ansiedad, depresión, estrés y bajo estado de ánimo entre los pacientes diagnosticados con estos síntomas, necesitando en ocasiones asesoramiento psicológico.
Un estudio publicado en 2020, refleja la relación entre los ciclos administrados de quimioterapia sistémica y la prevalencia del SOS entre mujeres con cáncer de mama.
Hasta un 59% de las mujeres del estudio fue diagnosticada de SOS con una mayor prevalencia entre mujeres que habían recibido 4 ciclos o más de quimioterapia (71%), y terapias dirigidas (71,2%) correlacionándose el número de ciclos recibidos con la gravedad del SOS.
Este estudio concluyó que:
• Las pacientes con cáncer de mama sometidas a tratamiento sistémico tienen una prevalencia bastante alta de ojo seco sintomático.
• Alrededor del 40% de ellas experimentaron de moderado a severo grado de ojo seco.
• La severidad del ojo seco sintomático en el grupo de exposición mostró dependencia del ciclo.
Tratamiento
El tratamiento para el SOS variará en función de la gravedad y del tipo de ojo seco del paciente.
Las lágrimas artificiales son la base del tratamiento, aportan hidratación a la superficie ocular, lubrican y reducen la inflamación y la osmolaridad de la película lagrimal.
Como es una patología multifactorial, tiene que tratarse en todos sus aspectos. Es importante que nos apoyemos en los profesionales sanitarios.
No sólo sería aconsejable el tratamiento de hidratación con lágrima artificial. El 80% de los pacientes presentan ojo seco evaporativo por lo que el cuidado e higiene del borde palpebral y Glándulas de Meibomio es fundamental para asegurar un correcto funcionamiento y evitar la inestabilidad de la película lagrimal.
En definitiva, crear rutinas y dedicar tiempo al cuidado de estos efectos secundarios harán que el paciente oncológico se vea mejor, se sienta mejor y que mejoren su calidad de vida y bienestar.
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