LINFOMA DE HODGKIN
El linfoma de Hodgkin es uno de los cánceres más comunes en los niños y uno de los más
conocidos por las repercusiones mediáticas que ha tenido.
Para entender mejor esta enfermedad, comenzamos primero por explicar qué es un linfoma.
¿Qué es un linfoma?
El linfoma es un cáncer que se va a desarrollar o reproducir en el sistema linfático, y cabe
destacar, que dicho sistema forma parte del sistema inmunológico.
Los órganos que forman parte de este sistema son el bazo, el timo, los ganglios y la médula
ósea entre otros. También encontramos tejido linfoide en otras partes como el estómago, la
piel, el intestino delgado o las amígdalas. Por lo tanto, este tipo de cáncer va a poder
desarrollar en cualquiera de estos órganos.
¿Qué es el sistema linfático?
Es importante también explicar qué es el sistema linfático para comprender mejor cómo se
desarrolla este tipo de cáncer.
Como decía antes, el sistema linfático es parte del sistema inmunitario, y como sabemos, es el
sistema que ayuda a combatir infecciones y otro tipo de enfermedades, además de ayudar en
el control de la circulación de los líquidos del cuerpo.
El sistema linfático va a estar compuesto por unas células denominadas linfocitos, pero que
son más conocidas como glóbulos blancos.
Podemos encontrar dos tipos de linfocitos:
– Linfocitos B (células B): estas células van a producir las proteínas llamadas anticuerpos,
cuya función es proteger el cuerpo del «ataque´´ de virus y bacterias.
– Linfocitos T (células T): podemos encontrar varios tipos de células T. Unas de ellas son
las que destruyen los microorganismo o células extrañas en el cuerpo y otras son las
que van a estimular o «frenar´´ la actividad de otras células del sistema inmune.
Se podría decir, que de manera general, el linfoma de Hodgkin comienza su desarrollo en los
linfocitos B.
Cómo se propaga y desarrolla el linfoma en los diferentes órganos
– Gánglios linfáticos: son grupos de linfocitos y otras células del sistema inmune. Se
encuentran por todo el cuerpo, además de zonas como el tórax, la pelvis o el
abdomen. Todos los ganglios van a estar conectados entre sí por los denominados
vasos linfáticos.
– Vasos linfáticos: estos vasos conforman una red de tubos pequeños que van a conectar
los diferentes ganglios y que van a transportar las células del sistema inmune a través
de un líquido denominado linfa. Ésta se obtendrá de todo el cuerpo y va a pasar por el
torrente sanguíneo.
– Bazo: es un órgano que se encuentra en la parte izquierda del cuerpo, concretamente
debajo de las costillas. Va a producir linfocitos y otras células del sistema inmune.
También tiene la función de almacenar células sanguíneas. Otra de sus funciones es
servir como filtro para eliminar las células de sangre defectuosas, así como bacterias y
otros desechos celulares.
– Médula ósea: es un tejido esponjoso y líquido que podemos encontrar dentro de
determinados huesos. Las nuevas células sanguíneas y algunos linfocitos se van a
producir ahí.
– Timo: es un órgano pequeño que se sitúa detrás de la parte superior del esternón,
delante del corazón. Este es el órgano encargado desarrollo de los linfocitos T.
– Amígdalas: son un conjunto de tejido linfático que se encuentra en la parte posterior
de la garganta. Va a ayudar en la producción de anticuerpos contra microorganismos
que entren por las vías respiratorias.
– Tracto digestivo: intestino delgado, estómago, así como otros órganos también estás
formados por tejido linfático.
Como decía al principio de este artículo, el linfoma de Hodgkin puede desarrollarse en
cualquiera de las partes que estén formados por tejido linfático. Pero cabe destacar que se
origina con mayor frecuencia en los ganglios linfáticos de la parte superior del cuerpo como
pueden ser los que están en el tórax, en el cuello y debajo de los brazos.
La forma más frecuente de propagación del linfoma es de ganglio a ganglio a través de los
vasos linfáticos. Es posible que el linfoma pueda propagarse a otros órganos a través de los
vasos sanguíneos, pero esa posibilidad es remota y se daría en los casos avanzados.
Tipos de linfoma de Hodgkin
No todos los linfomas de Hodgkin se propagan ni se desarrollan de la misma manera, por ello,
es necesario conocerlos para tratarlos de manera diferente y específica.
– Linfoma de Hodgkin clásico (cHL): este tipo de linfoma representa el 90% de los casos
de linfoma de Hodgkin en los países desarrollados. Estás células cancerosas se
denominan células Reed-Sternberg. En la mayoría de los casos, estas células son un
tipo anormal de linfocitos B. Cuando estas células se desarrollan dentro de los
ganglios, hay muchas células inmunitarias normales también, que son las que van a
producir esa inflamación de los ganglios.
Dentro de la clasificación de linfoma de Hodgkin clásico, tenemos cuatro subtipos:
Linfoma de Hodgkin con esclerosis nodular: es el responsable del 70%
de los casos de cáncer en jóvenes y adolescentes, aunque puede
aparecer a cualquier edad. Se va a originar en los ganglios linfáticos del
cuello o del tórax.
Linfoma de Hodgkin con celularidad mixta: este es el segundo tipo de
cáncer más común, afecta al 40% de los pacientes. Puede afectar tanto
a niños como ancianos. Se origina en cualquier ganglio linfático,
aunque con más frecuencia se origina en la mitad superior del cuerpo.
Linfoma de Hodgkin con predominio linfocitario: este subtipo no es
común. Rara vez se produce en los ganglios linfáticos.
Linfoma de Hodgkin con depleción linfocitaria: esta también es una
forma poco común. Se da en personas con más edad y que además
padecen VIH. Es más agresivo que otros tipos de Hodgkin.
– Linfoma de Hodgkin con predominio linfocitario nodular (NLPHL):
Este tipo de linfoma de Hodgkin es muy poco común, alrededor del 5% de los casos. Estas
células cancerosas son grandes y son variantes de las células Reed-Sternberg. Este tipo de
cáncer se origina en los ganglios linfáticos del cuello y los de debajo del brazo. Se da en
personas de cualquier edad y es más común en hombres que en mujeres. Su crecimiento es
muy rápido y el tratamiento que se emplea es diferente al del resto de tipos.
Pruebas y exámenes
Lo primero que se realizará será un examen físico para determinar si los diferentes ganglios
linfáticos están inflamados.
La enfermedad se va a diagnosticar después de haber hecho una biopsia del tejido
sospechosos y de los ganglios linfáticos.
Las pruebas a elaborar serán:
– Función hepática, función renal y deshidrogenasa láctica (DHL)
– ESR
– Biopsia de la médula ósea
– Tomografía del tórax, abdomen y pelvis
– CSC para determinar si hay anemia y recuento de leucocitos
La elección del tratamiento va a depender de:
– El tipo de linfoma de Hodgkin
– El estadio del propio cáncer
– La edad del paciente y otras cuestiones médicas
– Pérdida de peso, sudoración nocturna y fiebre
El tratamiento puede incluir quimioterapia, radioterapia o ambas, incluyendo inmunoterapia.
PAOLA FERNÁNDEZ
