¿Sabías que en menopausia la alimentación puede jugar un papel en el riesgo de padecer cáncer
de mama?
Voy a contarte cómo tu dieta puede afectar riesgo del cáncer de mama en este periodo de la vida.
Con la esperanza de vida actual podemos llegar a pasar más del 50% de nuestra vida adulta en
menopausia y debemos conocer las mejores estrategias para una vida saludable.Si bien el efecto
secundario más conocido de la menopausia es el síndrome vasomotor, los famosos sofocos,
veamos que otros fenómenos suceden y cuál es su relación con el cáncer.
Menopausia y cáncer de mama
La menopausia es un periodo que se inicia alrededor de los 50 años y que se caracteriza por ser
el final de la funcionamiento de los ovarios y su fabricación de hormonas femeninas.
Esta etapa coincide con la franja de edad en la que detectamos una mayor incidencia del cáncer
de mama, entre los 50 y los 70 años. Este es un hecho relevante que nos lleva a pensar que
ambos fenómenos pueden estar relacionados. Vamos a ver qué relación podemos encontrar entre
el cáncer y este estado hormonal.
Cáncer de mama y hormonas femeninas.
Algunas mujeres me preguntan cómo estando en menopausia pueden tener un tumor hormonal.
La menopausia no supone vivir en ausencia de hormonas femeninas pero si un cambio hormonal.
Por otro lado, el cáncer de mama es un tumor que expresa receptores hormonales en el 75% de
los casos. Por tanto un tumor de hormonal.De hecho el primer factor de riesgo del cáncer de
mama es ser mujer por el hecho de tener las hormonas femeninas.
La menopausia supone no solamente un cambio hormonal si no un verdadero cambio metabólico.
Los adipocitos, las células del tejido graso, toman protagonismo en la menopausia y son las
responsables de fabricar las hormonas femeninas cuando los ovarios dejan de hacerlo.
El tejido adiposo se convierte en el sitio principal para la producción de estrógenos junto con otras
hormonas como la leptina, la adiponectina y la resistina. La aromatasa, una enzima que se
encuentra en los tejidos grasos, ayuda a convertir el colesterol circulante en estradiol, la hormona
femenina.
Además, durante la transición a la menopausia, se producen cambios significativos en la
composición corporal. Por ejemplo, la redistribución de la grasa corporal tiene lugar de tal manera
que hay un aumento de la grasa corporal total y visceral, y también una redistribución de la grasa
subcutánea.
Alimentación, obesidad y cáncer de mama
El estilo de vida actual se ha ido posicionando como un estilo de vida promotor de la enfermedad
principalmente por los hábitos nutricionales industriales y el establecimiento del sedentarismo
propiciado por los avances que nos permiten tener una vida más confortable.
El cáncer en general y el cáncer de mama en particular, son un grupo de enfermedades con un
origen multifactorial en muchas ocasiones, pero con una gran dependencia del estilo de vida. Se
considera que un 40% de la incidencia del cáncer podría disminuir con cambios en nuestro estilo
de vida una oportunidad que no deberíamos desperdiciar. En los próximos 25 años se estima que
la incidencia del cáncer crecerá un 75% y esto es una preocupación importante.
A nivel local en el tejido mamario también encontramos cambios de distribución de la grasa. El
tejido graso va sustituyendo al tejido mamario dando lugar a mayor proporción de células grasas
en la mama de las mujeres mayores. Esto posibilita que el nivel de estradiol en los tejidos
mamarios, particularmente después de la menopausia, se acumule y sea más alto que el nivel
circulante en el plasma favoreciendo el cáncer de mama.
Además, una dieta rica en grasas se correlaciona positivamente con la resistencia a la insulina. La
resistencia a la insulina, un factor importante en el origen del cáncer de mama en las mujeres
premenopáusicas , pero que también está involucrada en la etiología del cáncer de mama en la
mujer posmenopáusica. La resistencia a la insulina también se acompaña de altos niveles de
citoquinas proinflamatorias y leptina, así como una disminución del nivel de adiponectina que
conduce simultáneamente a cáncer de mama hormonal y no hormonal.
Consejos para la prevención del cáncer de mama
Conociendo estos mecanismos el consejo sería optar por una dieta balanceada, mantener un
peso saludable y hacer ejercicio físico de forma regular incluyendo ejercicio de fuerza para
disminuir significativamente tu riesgo de cáncer de mama. Igualmente en esta etapa deberíamos
ser estrictos con los controles ginecológicos y la mamografía anual preferentemente.
Esta es mi aportación para la campaña.
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@Dra.PilarManchon
Pilar Manchón Gabás
Directora Medico regional en Affidea
Médico especialista en diagnóstico por imagen de patología mamaria.