CONEXIÓN INTESTINO-CEREBRO-PIEL Y PACIENTE ONCOLÓGICO

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Clara Motos Martinez
@clara.motos
Titular Farmacia La Boticaria (Cartagena)
Profesora Máster de Ciencia e Industria Cosmética COLQUIMUR

Conexiones y conversaciones
El conocimiento, entendimiento del eje intestino-cerebro-piel, abre un abanico de ayuda y respuestas y una mano amiga para el paciente oncológico que quiere abordar el tratamiento del cáncer cambiando por completo su forma de autocuidado. Desde cambios en su cesta de la compra, a la incorporación de hábitos de relajación, pasando por vaciar su estantería cosmética para incluir productos adecuados.
Los tres focos sobre los que se centra este paradigma, INTESTINO, CEREBRO y PIEL, son 3 órganos clave que sufren efectos secundarios en los tratamientos como Quimioterapia, Inmunoterapia o Radioterapia. A nivel digestivo-intestinal, los vómitos y diarreas, son muy frecuentes; A nivel neurológico, los cambios emocionales, sueño y de consciencia. Y a nivel piel y mucosas, la deshidratación, descamación o irritación.
Ofrecer al paciente oncológico una Guía sencilla, para afrontar la consecución de efectos secundarios, es una herramienta muy interesante y que puede ayudar mucho.

Cada vez hay más estudios científicos que abogan sobre la influencia del eje intestino-cerebro-piel en el mantenimiento de nuestra salud. Las conexiones y conversaciones que se llevan a cabo entre estos tres órganos influyen de manera clave en cualquier ser humano y toman una relevancia aún mayor en el paciente oncológico. Sobre todo en aquel perfil de paciente de cáncer, cada vez más usual, que busca cambiar y mejorar los hábitos de vida 360º, para afrontar la enfermedad, minimizar reacciones colaterales del tratamiento y evitar recidivas/metástasis.

Estas conexiones no son unidireccionales. Al igual que un trastorno de estrés puede llevar a un brote de dermatitis atópica; un trastorno cutáneo puede desencadenar ansiedad y estrés. Y esta misma bidireccionalidad también ocurre en el paciente oncológico.

El Papel del Consejo Farmacéutico en el paciente oncológico
El farmacéutico comunitario cuenta en este campo con herramientas de consejo sin igual para poder orientar y arrojar luz al paciente que anda perdido y aturdido por la cantidad de información y desinformación que encuentra en RRSS, Google, etc

El gremio farmacéutico, en constante formación y reciclaje sobre éste y otros muchos campos, somos sanitarios a pie de calle, de fácil acceso y sin cita previa en la mayoría de los casos.
Por enumerar algunos puntos de actuación en el Eje intestino-cerebro-piel, es muy frecuente el paciente oncológico que refiere trastornos gastro-intestinales (diarreas, vómitos), problemas en conciliar el sueño o en la gestión del estrés, así como afecciones cutáneas (sequedad, tirantez, descamación,…) agravadas durante el transcurso del cáncer, tratamiento farmacológico o radioterapia. Es por ello que el refuerzo del microbioma tanto intestinal como cutáneo, las pautas sobre mejoras de sueño, descanso, estrés y ansiedad o una rutina facial y corporal para mantenimiento de la función barrera de la piel son herramientas, que bien protocolarizadas, pueden marcar la diferencia.

¿Cómo ayudar al paciente oncológico desde el INTESTINO?
El intestino es el gran maestro ya que un “RESET” a este nivel afectará de manera decisiva al resto de conexiones tratadas aquí. Hay dos puntos interesantes de consejo al paciente oncológico: Índice Glucémico y Microbioma.

Una dieta rica en azúcares, alimentos procesados y baja en antioxidantes, llevará a un aumento de la glicación, de la inflamación y de la producción de radicales libres. Y por tanto actuará en sentido contrario una mejora dietética (rica en alimentos con bajo Índice Glucémico y rica en antioxidantes). Cada vez son mayores los estudios científicos sobre cómo la ingesta de antioxidantes en nuestra dieta, con alimentos y/o complementos alimenticios, frenan el daño oxidativo y del ADN, tan importante en el cáncer de piel.

La presencia de bacterias beneficiosas como Lactobacilus acidophilus, mantendrán la pared intestinal de forma equilibrada y con pH óptimo para su correcta funcionalidad (absorción, frecuencia de deposición, etc). La presencia de colonias de bacterías beneficiosas, impiden el crecimiento de otras bacterias potencialmente patógenas, actuando como una especie de “antibióticos-antivirales-antifúngicos” protectores de infecciones que puedan aparecer en pacientes con el sistema inmune debilitado, como es frecuente en el cáncer.
De hecho hay microorganismos (“oncomicrobios”) cuya presencia está directamente relacionada con el cáncer, como por Helicobacter pílori en el cáncer gástrico.

A nivel intestinal es esencial la absorción de nutrientes, vitaminas, etc, durante el transcurso y tratamiento de la enfermedad; por el contrario, la disfuncionalidad (malabsorción), así como las diarreas afectan en gran medida al paciente oncológico. Por todo ello se recomendará el refuerzo con terapia prebiótica y probiótica.

¿Cómo ayudar al paciente oncológico desde el Sistema Nervioso Central?
La influencia del estado mental altera nuestra salud por dentro y por fuera.
El estrés temporal/agudo y el estrés continuado/crónico tienen su razón de ser y su equilibrio.

Se sabe que el estrés de forma continuada/crónica, aumenta los niveles de CORTISOL influyendo de manera clave en nuestro sistema endocrino. Estar expuesto a un exceso de cortisol a lo largo del tiempo puede hacer que el sistema inmunitario se deprima, aumente la fatiga o se acelere el avance de una enfermedad, en este caso, el cáncer. Además el cortisol fragmenta el colágeno de la piel, aumenta la inflamación y la oxidación, altera la estructura cutánea y su proceso de regeneración, que nos lleva a una piel más frágil quebradiza (eh aquí un claro ejemplo de conexión cerebro-piel).

Por todo ello, no cabe duda, que la gestión del estrés, ansiedad y sueño, serán foco de ayuda al paciente oncológico.

¿Cómo ayudar al paciente oncológico desde la PIEL?
Es el turno del cuidado de la piel, en la que el consejo irá enfocado a fortalecer la función barrera y mantener un microbioma adecuado en esta zona.

Entre las alteraciones cutáneas más referidas en el paciente oncológico estarían la deshidratación, tirantez o aspereza, xerosis, la descamación y enrojecimiento, la dermatitis, pieles muy sensibles y reactivas, y en algunos casos incluso las cicatrices tras un proceso de resección quirúrgica.
De forma general, se indicará al paciente o a su cuidador una revisión exhaustiva de la cosmética que tiene en casa, de la caducidad y PAO de los envases y si es posible traerlos a la Farmacia para verlos de forma conjunta.

La higiene toma una gran relevancia, aconsejando eliminar limpiadores astringentes, esponjas y demás utensilios, así como exfoliantes agresivos. Se recomendará el uso de productos para limpieza suaves, calmantes, que alteren la barrera cutánea lo mínimo posible, que aporten hidratación y nutrición. El uso de syndet, aceites y leches lavantes estará especialmente indicado.

Con respecto a la cosmética oncológica aplicados tras la limpieza, ya sea corporal como facial, será interesante que su composición sea libre de alérgenos y sustancias irritantes (ej. Perfumes). Como ingredientes activos ampliamente conocidos y recomendados: Vit. E, Caléndula, manteca de karité, Dexpantenol, Niacinamida, Aceite de rosa mosqueta, Alantoina, Centella asiática, Caléndula, Aloe Vera, Ácido Hialurónico, Urea, etc. Estos productos tópicos serán hidratantes y emolientes para mejorar la xerosis frecuente en el paciente oncológico.

Mención especial a la aplicación en la rutina de mañana, Fotoprotección solar SPF 50+ de amplio espectro en el rostro y demás zonas fotoexpuestas durante la jornada (manos, cuello, escote, etc).

Guía o Protocolo de cuidado para el paciente de forma personalizada
Es muy recomendable llevar a cabo una entrevista con el paciente oncológico y/o con su cuidador, para conocer de forma amplia todos los detalles posibles de cada caso en particular. Protocolarizar la rutina de cuidado de forma escrita, es una guía simple de seguimiento de gran ayuda y que mejorará la adherencia a los nuevos hábitos.

Cuanto antes mejor
El consejo y acompañamiento al paciente oncológico debe ser integral, desde el momento que acude al mostrador de la Farmacia, preparando su eje intestino-cerebro-piel antes del tratamiento reforzando y tras el tratamiento que reciba (farmacológico, radioterapia, inmunoterapia, etc), actuando en minimizar reacciones adversas, Al igual que ocurre con el diagnóstico precoz del cáncer siendo tan beneficioso en el pronóstico y transcurso de la enfermedad, abordar lo antes posible los hábitos de autocuidado acordes al paciente oncológico mejora de forma muy significativa la calidad de vida de los mismos. Y esta es nuestra razón de ser.

BIBLIOGRAFÍA:
1. R. Katta y D.N. Brown, “Diet an Skin Cáncer”: The Potential Role of Dietary Antioxidants in Nonmelanoma Skin Cancer Prevenction”, Journal of Skin Cancer (2015)
2. H.E. Blum “The Human Microbiome”, Advances in Medical Science 62, núm.2 (Julio de 2017): 414-420
3. S. Cohen et al., “Chronic Stress, glucocorticoid Receptor Resistance, Inflamamation, and Disease Risk” Proceeding of the National Academy of Sciences 109, num 16 (abril 2012) 5995-99
4. M. Levy et al., “Disbiosis and the Immune System”, Nature REviewx: Immunology 17,núm.4 (abril 2017):218-32
5. W. Bowe t K. Loberg” Piel Radiante, intestino sano”, 1ª Ed.( Junio 2019

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